La solidaridad es un valor humano que a veces puede quedar relegado a un segundo plano cuando nos sumergimos en nuestra rutina diaria. Sin embargo, hay una serie de acciones cotidianas que nos permiten ser una persona solidaria y que podemos incorporar a nuestro día a día. ¿Contribuyes tú a hacer de este mundo un lugar más respetuoso, humano y habitable? ¿Cómo podemos avanzar hacia ser estudiantes más solidarios? Por ejemplo, preocupándonos por aquel estudiante que faltó a clases, llamándolo, preguntándole cómo está y ofreciendo nuestra ayuda honesta y desinteresada.
Caminemos hacia un colegio más solidario, pero eso no puede ser sin la colaboración de todos nosotros.